Los pisos vinílicos disponen de un tratamiento de protección de superficie potente para una mayor resistencia a todo tipo de daños. También requieren un mínimo de limpieza y mantenimiento.
De ésta forma, con el objetivo que tus pisos conserven su aspecto natural como el primer día, puede seguir los siguientes tips:
* Ajena la suciedad y el arena.
* Controlar los derrames y retirar rápidamente cualquier líquido, para evitar daños y decoloraciones.
* Aplica una mopa de microfibra o aspiradora para eliminar la suciedad y el polvo diario.
* Colocar almohadillas protectoras debajo de muebles y patas de éstos muebles.
* Evite los materiales de goma en los objetos que se apoyan en el piso de vinilo porque pueden provocar manchas.
* Usar felpudos en las entradas para evitar que la suciedad o el polvo se introduzcan en el interior y facilitar su limpieza.
* Usar el limpiador apropiado. Limpiar los pisos vinílicos con productos naturales y suaves, que no dejarán marca alguna al secarse.
* Tras limpiar el piso con el limpiador adecuado hay que enjuagar el piso con agua limpia para eliminar posibles residuos del limpiador. Estos podrian dañar la superficie posteriormente.
* No encerar. Estos pisos ya tienen un recubrimiento que los hace brillar, por lo que no se recomienda una utilización de cera posteriormente, ya que lo podrían estropear.